La crisis sanitaria, generada por la pandemia de coronavirus, ha golpeado a la cadena de suministro global fuertemente. Los cambios han sido bruscos, pero más allá de los efectos de esta situación en términos reactivos, el gran cambio radica en la mentalidad de las empresas y en su mirada hacia el área de supply chain como factor determinante.
Para conocer cómo esta situación ha remecido a la industria, Javier Bravo CEO de Liike analiza los principales aspectos que han surgido de este momento histórico y disruptivo a nivel mundial y también ahonda en los pilares que se han establecido en esta nueva realidad operacional.
Para Javier, las áreas de supply chain comenzaron a tomar un rol estratégico y táctico, que antes no tenían, por “la sencilla razón que la irrupción de la cadena pegó directamente en la línea de negocio, obligando a la rápida respuesta y a la flexibilidad para adaptarse a las nuevas variables del negocio”.
En este sentido, el ejecutivo de Liike profundiza en las características de esta nueva mirada de la industria, la cual está marcada -según el Bravo- “por la transformación digital y los canales electrónicos que son una realidad de la cual ya no se pueden restar y, además, hay que hacerlo de forma rápida y eficiente. La tecnología pasó a ser un elemento diferenciador y necesario para las empresas, se perdió el temor a invertir en ellas y se palparon los beneficios asociados para alcanzar mayor flexibilidad, rapidez y eficiencia operativa. Finalmente, la industria ha vivido momentos duros con el abastecimiento de pocas fuentes proveedoras que concentraron un cuello de botella importante, la incertidumbre se puede mantener por un tiempo, obligando a sofisticar la gestión de compra con nuevas herramientas o fuentes de alternativas”.
El remezón que generó la pandemia en las cadenas de suministro se ha transformado en una oportunidad para las compañías. La necesidad de ajustar sus operaciones abrió el escenario para sumar nuevas acciones que aporten valor a su operación y finalmente refuerzan al nivel de servicio que es, sin duda, la mejor carta de presentación.
Según Javier, el desafío está en buscar las herramientas y diseños necesarios para responder a los nuevos desafíos y a “la tormenta perfecta” que se ha formado con “los cortes en fuentes de abastecimiento, altos costos de transporte, falta de mano de obra y extensión de los plazos de entregas”.
“La vara subió y mucho, y aquellos que modernicen su logística podrán mantenerse en el barco”, recalca el CEO de Liike
¿Dónde debería estar la preocupación para transformar la cadena de suministros y dar respuestas a lo que se espera en los próximos años? Integración, conexión, tecnología, digitalización, optimización son palabras que hablan de los nuevos tiempos.
“La contingencia operativa pasó, las empresas se adaptaron y de la mejor forma posible. Ahora están pensando en cómo subir varios peldaños y alcanzar un estándar superior de operación con ayuda de la tecnología. Sin embargo, las preocupaciones van a continuar por un buen tiempo en estabilizar las fuentes de abastecimiento. Queda mucho por recorrer para que exista una estabilidad prepandemia y es aquí donde existe una gran oportunidad al ir incorporando herramientas de Forecasting y S&OP para minimizar el impacto”, afirma Javier Bravo.
Asimismo, el ejecutivo de Liike se refiere a los pilares que hoy sustentan Supply Chain: “Procesos logísticos confiables, flexibles y muy eficientes; procesos con tecnologías aplicadas que minimicen la dependencia de factores y contingencias”.
El segundo pilar para Javier implica generar “procesos de abastecimiento lean modernos y simples con alta visibilidad que permita conocer el estado de origen a destino para enfrentar, de forma proactiva, irrupciones en la cadena, apoyado con tecnología estadística que permita optimizar los alcances de inventarios en función de las incertidumbres que puedan ocurrir”.
Finalmente, el CEO de Liike, se refiere al tercer pilar, donde entra en juego el liderazgo de los ejecutivos. “Vemos líderes de Supply Chain sentados en la mesa de decisiones, generando estrategias que serán diferenciadoras y harán más competitivas a sus empresas. Se comprende su importancia estratégica en la propuesta de valor de la empresa y que las decisiones comerciales estarán atadas y correlacionadas con las decisiones operacionales que tome la compañía”.
Poder hacer un análisis del estado de la cadena de suministro global en tiempos de incertidumbre es tremendamente complejo. Llevar ese análisis a la realidad chilena o latinoamericana es aún más difícil y requiere de una mirada global, de un entendimiento de las situaciones, de una lectura correcta y de una mirada clara del futuro.
Con industrias más complicadas que otras, la digitalización de los procesos, la tecnología, la integración de la cadena, la comunicación con proveedores, la lectura de los retos y la flexibilidad operacional son sólo algunas de las cualidades que cobran y cobrarán valor en la Supply Chain del presente y también del futuro.