Cuando los mercados se vuelven tremendamente desafiantes y la logística se consolida como una herramienta que marca diferencias, los proyectos que engloban mejoras operacionales son claves para las compañías y su éxito puede definir el futuro comercial y, sobre todo, la relación y el servicio que ofrecen a sus clientes.
Para entender el valor de una consultoría es necesario comprender que el fondo de su trabajo radica en la concreción de una radiografía completa de la situación logística y operacional de la empresa. Una fotografía end to end de la operación que permita la toma de decisiones y el diseño de soluciones en base al conocimiento .
Por lo tanto, todas las recomendaciones para entrega una consultora deben estar siempre basadas en los datos y en análisis; claves para implementar con éxito un proyecto y generar los beneficios proyectados con un alto grado de precisión. Es así como la capacidad de analizar la información y mirar globalmente la cadena de suministro del cliente se ha transformado en el primer pilar del éxito de una consultora.
Otro factor diferenciador es la experiencia que tenga, tanto en materia de proyectos realizados como también la experiencia laboral de sus profesionales; ambas cualidades conjugan aportes de intuición, análisis y conocimiento en terreno al momento de definir el camino por el cual avanzar, de cara a una mejora de la operación.
Así, al momento del diseño de un proyecto entra en juego la experiencia y la base técnica del equipo. Muchas veces las empresas tienen una mirada parcializada de su operación, marcada por los dolores que una u otra área les genera, con el deseo de cambio y con el anhelo de retomar el camino de éxito comercial que los nubla para mirar y diseñar soluciones profundas y no parcializadas o sólo basadas en la incorporación de tecnologías puntuales. Ante esta situación, el rol de una consultora es mostrar el panorama completo a los clientes y guiarlos en el camino a la mejora segura para un futuro más tranquilo y operacionalmente estable y predecible.
El 100% del proyecto diseñado debe estar fundamentado en datos y análisis, ya que aquí no hay espacios para improvisaciones sobre lo qué se debe hacer. Por lo tanto, un trabajo robusto, basado en los pilares del conocimiento, la mirada global y la experiencia es, finalmente, lo que da a los clientes la seguridad de que las productividades proyectadas en el diseño del proyecto son las que se generarán y darán retorno a la inversión.
¡El papel aguanta mucho! Por lo tanto, el éxito de una consultora está en la experiencia en terreno, la capacidad de involucrarse, entender la operación de los clientes y en el conocimiento del equipo consultor.
En Liike Consulting sabemos que, a través de nuestra experiencia, podemos ayudar a los clientes a mirar cómo avanzar en línea con la nueva logística y en cómo marcar diferencias con mejoras operacional para ayudarlos también a definir dónde y en qué invertir.
“Nuestro sello y capacidad nos permite ofrecer al mercado experiencia y metodología en la creación de soluciones realistas, aterrizadas y efectivas que buscan aportar a la mejora de la productividad operacional de los clientes. Buscamos siempre la simplicidad y así reducir costos, mejorar productividad y cumplir las expectativas”, recalcó Javier Bravo, CEO de Liike Consulting.