Esta situación se confirma también con el desarrollo que ha tenido, en los últimos 2 o 3 años, el mercado tecnológico. La reciente versión de Modex 2022, realizada en la ciudad de Atlanta, Estados Unidos, evidenció el momento que viven los proveedores tecnológicos, quienes hicieron gala de los cambios, las innovaciones y las tendencias.
Lo que antes eran prototipos, hoy son una realidad. Las tecnologías han evolucionado enormemente estos últimos años de pandemia. La cancelación de muchos eventos feriales dificulto la posibilidad de mostrar estos avances, pero hoy que el mundo se abre, en cierta medida, somos testigos de cómo se ha desarrollado este sector.
En nuestra visita a Modex 2022, los robots y vehículos autónomos (AGVs) marcaron la tendencia, dejando en evidencia su tremendo desarrollo. La cantidad de proveedores de AGVs, tecnologías y aplicaciones se han fortalecido. Actualmente, vemos como los robots se integran, por ejemplo, en los distintos procesos intralogísticos, donde van cubriendo todos los aspectos de la cadena, ya sea picking, movimientos de palets, traslado de mercadería o clasificación.
La tecnología ya está desarrollada, la tarea ahora es traer y masificar estas soluciones en nuestros mercados y para eso se requiere entender el aporte de estas herramientas. Hay dos aspectos importantes que ayudan a la masificación de estas soluciones: uno, cuando se habla de tecnología se habla de cómo, paso a paso, las empresas van pasando etapas en tecnologías en la medida que crece el negocio; siendo la escalabilidad clave para la penetración de estas soluciones en la industria. Dos, no todos los proyectos hoy se deben evaluar desde la variable ‘retorno de inversión’ y, tal como ocurrió con el e-Commerce, donde solo grandes retailers invertían en este canal y todo el resto esperó a que naciera este proceso y creciera naturalmente hasta que llegó la pandemia y obligó a todo el mundo a subirse a este carro, aplicar tecnología, robots o IA no puede medirse desde el retorno de la inversión solamente, sino que hay que darle una mirada estratégica, porque el nivel de automatización en la industria logística está tomando un camino a una velocidad impresionante y es lo que viene como un paso obligado de cara al futuro próximo.
No cabe duda de que las empresas que se vayan subiendo a ese carro estarán mejor preparadas, porque es inevitable que esta realidad tecnológica va a llegar. Es un cambio de mirada que viene fuerte, puesto que su penetración viene apalancada de dos factores importantes: uno, el aumento de la productividad, ya que siempre será más rápido operar con tecnología que de forma manual y dos, la flexibilidad, ya que todo lo que son los equipamientos autónomos son métodos tan flexibles y combinables con distintas alternativas que le dan finalmente flexibilidad a la operación, flexibilidad a la hora de hacer combinaciones, flexibilidad a la hora que cambie el negocio, flexibilidad si me cambio de CD y también flexibilidad en la escalabilidad. No hay estructuras rígidas y eso permite que estas tecnologías aborden muchos tipos de operaciones diferentes con la misma infraestructura, sin quedar amarrados a fierros o estructuras, lo que claramente es una tremenda ventaja para enfrentar los peaks operacionales, el incremento sorpresivo de la demanda y las temporadas altas.
Ahora hay que entender que esta penetración no se debe solo a que la tecnología existe, sino porque la inteligencia está hoy incorporada en los softwares, cambiando el foco desde los hardware, lo que ha permitido crecer y posicionarse en la industria logística, a pesar de las complejidades de cada operación, pues ha logrado adaptarse a las características de cada etapa operacional.
El llamado es a ser parte de este nuevo escenario tecnológico y sumar estos equipamientos a su operación y aquí vemos dos miradas distintas en las empresas: una, es la tradicional donde se comprende la necesidad de que este paso hay que darlo y partir incorporando las tecnologías básicas y luego dar el salto grande en la medida que se vayan viendo los beneficios. El segundo grupo de compañías son aquellas que creen en la tecnología y pueden dar el salto y arriesgarse, aunque dado el escenario actual ese salto ya no es tan riesgoso como antes.
El temor a la inversión está completamente despejado, ya que la tecnología está probada y se nota en su camino de masificación. Son seguras, funcionan y su incorporación responde a una decisión estratégica.
Finalmente, queda en evidencia que es y será tremendamente complejo para las empresas poder responder a los desafíos actuales sin considerar las tecnologías. El que no comienza ya a pensar y realizar cambios tecnológicos se va a ir quedando atrás. El manejar operaciones con mucha gente o con procesos manuales será complejo, la falta de colaboradores es una realidad que golpea a la industria y eso acelerará la inversión tecnológica.
Avanzar en tecnología es una decisión que se debe pensar seriamente, porque responde a la estrategia planteada por la empresa más que a un tema táctico o puntual. El camino ya está marcado y las soluciones tecnológicas hoy las vemos integradas completamente a la operación, alcanzando procesos intralogísticos integrados con paletizados, los almacenes automáticos, los robots, los AGVs, etc. Hay una madurez de las tecnologías y eso permite proyectar su penetración que nos lleve finalmente a la eficiencia de la cadena de abastecimiento completa que sale en ayuda del crecimiento del negocio y su mirada estratégica de largo plazo.